jueves, 23 de julio de 2009

Teoría 19: Catalina de Médici

Catalina de Médici, (Florencia, 13 de abril de 1519 - Blois, 5 de enero de 1589), reina de Francia, esposa de Enrique II y madre de los también reyes de ese país Francisco II, Carlos IX y Enrique III.
Hija de Lorenzo II de Médici (1492 – 1519), duque de Urbino, y de Magdalena de la Tour Auvergne (1495 – 1519), condesa de Auvernia (1501 – 1519). En 1533 Catalina se casó con Enrique II, segundo hijo del rey de Francia, Francisco I y de Claudia de Francia, duquesa de Bretaña, el cual era el heredero al morir su hermano mayor el delfín Francisco. De la extraña muerte de este se habló de que incluso fuera envenado por Catalina.
Ostentó por su matrimonio, los títulos de: duquesa de Orleans (1533 – 1536), delfina de Francia (tras la muerte de su cuñado), duquesa titular de Bretaña (1536 – 1547), y, reina de Francia (1547 – 1559) después de la muerte del rey Enrique II.
Tuvo diez hijos, de los que sobrevivieron siete, entre los cuales, los ya mencionados Francisco, Carlos y Enrique, futuros reyes de Francia. Durante el reinado de Enrique II no ejerció ninguna actividad política, viviendo casi a la sombra de Diana de Poitiers, amante de su marido.
Tras la muerte de Enrique II y de Francisco II, que reinó un corto período, durante el cual siguió ejerciendo el poder la Casa de Guisa, Carlos IX asciende al trono y Catalina de Médici es proclamada regente. Su verdadero poder político se reveló entonces sin ninguna clase de limitaciones y continuará ejerciéndose durante el reinado de su último hijo, Enrique III.
Intentó conciliar los dos bandos religiosos, católicos y protestantes, concertando el matrimonio de su hija Margarita con el príncipe protestante Enrique de Navarra, pero ante la intransigencia mostrada por ambas facciones, decidió acabar con los principales cabecillas de los hugonotes que acudieron a París como invitados a la boda.
La masacre de San Bartolomé, nombre que se ha dado a la sangrienta purga, comenzó la noche del 24 al 25 de agosto de 1572 y en ella murieron más de 3.000 hugonotes. Algunas tesis históricas sostienen que toda la responsabilidad de dicho suceso corresponde a Catalina de Médici, en tanto que otras opinan lo contrario.
La misma contradicción se encuentra en las alegaciones que le atribuyen el envenenamiento de la reina de Navarra, Juana de Albret, de lo que también se acusó a su hijo Carlos IX. En realidad estas acusaciones se desprenden de la lectura de algunas de la obras de dos novelistas: (Michel Zévaco y Alejandro Dumas) pero al parecer no tienen ningún elemento tangible en el que basarse.
En 1573, su hijo Enrique, duque de Anjou fue nombrado rey de Polonia, aunque la muerte de su hermano Carlos IX, en 1574, lo hizo regresar precipitadamente de un trono del que nunca llegó a tomar posesión. Al volver a Francia, se convertiría en el rey Enrique III.
Descendencia
De su matrimonio con Enrique II, tuvo diez hijos:
• Francisco (1544 - 1560), rey de Francia de 1559 a 1560
• Isabel (1546 - 1568) casada con Felipe II de España (1559)
• Claudia (1547 - 1575), casada con Carlos III de Lorena
• Luis (1549-1550), duque de Orleans
• Carlos (1550 - 1574), rey de Francia de 1560 a 1574
• Alejandro Eduardo (Enrique) (1551 - 1589), rey de Francia de 1574 a 1589
• Margarita (1553 - 1615), casada con Enrique IV de Francia en 1572
• Hércules (Francisco) (1555 - 1584) duque de Alençon y de Anjou
• Victoria y Juana (1556)
Anecdotario

Tumba de Catalina de Médicis y Enrique II de Francia en la Basílica de Saint-Denis.
Catalina de Médici impuso, en la corte, el uso del corsé para conseguir una "cintura de avispa" así como los calzones para las damas que montaban a caballo; ella introdujo en Francia la forma de montar en amazone (montar a la mujeriega).
Catalina era una verdadera Médici, con gran gusto por las artes y amor por el lujo y la grandiosidad; sus banquetes en el Palacio Real de Fontainebleau, en 1564, se hicieron famosos por su suntuosidad. Era asimismo, versada en arquitectura y Philibert de L'Orme narra que debatía con él los planos y la decoración de su Palacio de las Tullerías, para el cual dispuso la construcción del jardín de las Tullerías, que es la única parte del palacio que ha sobrevivido hasta nuestros días.
Como anécdota se dice que utilizaba el tabaco para curar sus jaquecas. Así mismo era una gran admiradora y/o protectora de Michel de Notredame (Nostradamus).

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